The Real Eco State | MEDIR Y COMPENSAR SU HUELLA: LOS RETOS PARA LAS EMPRESAS DEL FUTURO
Prensa Septiembre 05, 2022

MEDIR Y COMPENSAR SU HUELLA: LOS RETOS PARA LAS EMPRESAS DEL FUTURO

Las organizaciones están asumiendo su papel para empujar el carro hacia un país libre de emisiones.

Las organizaciones están asumiendo su papel para empujar el carro hacia un país libre de emisiones. Por ello, conocer la marca que su operación está dejando en el ambiente es clave para pasar de la reflexión a la acción.

Frente a las metas de descarbonización del país, las empresas se han sumado a la carrera, buscando contribuir a la reducción de emisiones mediante diversas acciones. La creación de valor y las nuevas regulaciones están impulsando ese rol más activo que han tomado, tanto en la medición como en la compensación de la huella de carbono.

“Existe una expectativa de que el actuar del sector privado frente a los efectos del cambio climático será compensado por el mercado y será clave para evitar un desastre climático. La expectativa es que empresas con foco en ESG (medio ambiente, sociedad y gobernanza, por su sigla en inglés) atraerán a futuro más capital, nuevas generaciones de inversionistas, más talento joven y contarán con productos y servicios con una mejor percepción de marca por parte de los consumidores”, afirma Diego Reyes, vicepresidente de Matrix Consulting.

Según el especialista, también desde el punto de vista regulatorio los gobiernos de varios países están promoviendo incentivos que han multiplicado las medidas de descarbonización. Algunos ejemplos son los subsidios y el financiamiento de proyectos de innovación. “Adicionalmente, múltiples países, incluido Chile, han adoptado estrategias de largo plazo de cambio climático y leyes que contemplan el cumplimiento de metas de descarbonización en cada uno de sus sectores clave, de manera vinculante”, comenta.

Ahora, el nivel de avance de las empresas hacia cero emisiones netas depende del tipo de industria a la que pertenece y, por supuesto, de la magnitud de los esfuerzos para implementar medidas de mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI). “De hecho, existen industrias, tales como la del acero, el cemento, la química y los denominados “difíciles de abatir”, para las cuales la trayectoria hacia la descarbonización no es directa, ya sea por la indisponibilidad tecnológica o porque sus costos se mantienen en niveles prohibitivos”, indica Diego Reyes.

No obstante, a nivel local, el estado general del avance es incipiente, aunque destaca el impulso de la industria minera, donde las grandes corporaciones se están comprometiendo voluntariamente con metas de descarbonización y están definiendo estrategias de cambio climático.

De la reflexión a la acción

“Creemos que el rol del sector privado es clave frente a la agenda 2030 y, por tanto, debe asumirse de forma activa y no reactiva, respondiendo a las necesidades locales del lugar en que desarrollan sus actividades productivas; con objetivos y metas claras, evitando acciones paternalistas, para promover la autonomía local y, además, inspirar a otras organizaciones a tomar una postura clara frente al cambio climático”, afirma Rafael Sotomayor, gerente de RSE y Desarrollo Sostenible de Activo Austral.

Para contar con evidencia concreta sobre el impacto que generan las diversas actividades productivas, y al mismo tiempo, avanzar hacia las metas de carbono neutralidad que Chile se propuso para 2050, medir es crucial. “Por cierto, se pretende fijar como meta la emisión de 95 millones de toneladas equivalentes para el 2030. Para este efecto, Chile está tomando diversas medidas, que van desde el fomento del teletrabajo, la electromovilidad, los planes de forestación y conservación, hasta el retiro acelerado de las centrales eléctricas a carbón”, señala Rafael Sotomayor.

Y es que, antes de la compensación, hay que enfocarse en la mitigación de la emisión de gases de efecto invernadero. “Lo fundamental es medir la huella de carbono de cada una de las actividades económicas. Teniendo estas mediciones, se pueden diseñar planes de mitigación y compensación. Hay que invertir en tecnología y procesos que busquen la máxima eficiencia en los sistemas productivos”, explica Jaime Vásquez, presidente del directorio de Antarctica21.

Además, la compensación ofrece una solución intermedia para aquellos casos donde hoy en día no es posible llevar a cabo la actividad productiva sin emisiones. “En esos casos la compensación ofrece una solución práctica que permite lograr la neutralidad de carbono. Por lo que sabemos, en Chile no hay exigencia de no emisión y/o de compensación.

Por eso, se está llevando a cabo de manera voluntaria, según la política medioambiental de cada empresa”, argumenta Vásquez.

En este contexto, el presidente del directorio de Antarctica21 cree que la prosperidad debe ir acompañada de responsabilidad, así como el éxito económico debe asociarse al valor compartido. “Así se construyen las empresas del futuro. Los modelos que no logren incorporar aquello en su desarrollo organizacional, quedarán obsoletos en un corto plazo”, enfatiza.

De hecho, aunque ser carbono neutrales puede traer beneficios reputacionales para las empresas, independiente de su rubro, esto se valora enormemente tanto a nivel nacional como internacional. “También es necesario precisar que las exigencias y preferencias de los consumidores conscientes apuntan a empresas que estén realizando acciones concretas en torno al panorama climático mundial, es parte de las buenas prácticas que el empresariado debería asumir en su conjunto”, asegura Rafael Sotomayor.

Fuente: Diario Financiero

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